La factura eléctrica puede ser compleja de entender e interpretar cuando no se está familiarizado con los conceptos que en ella aparecen. Incluso aunque uno sí lo esté, la diferencia entre cómo factura una empresa y otra puede hacer este proceso muy difícil. Y es que cada comercializadora eléctrica puede hacerlo de un modo distinto, aunque deban aportar la misma información. El orden en el que aparecen los conceptos, los nombres que le dan a ellos, e incluso el cálculo de algunos costes, entre otras cosas, pueden parecer distintos entre una factura y otra. En este artículo vamos a ver cuáles son esos conceptos, incluyendo el autoconsumo, y cómo entender lo que se paga por la electricidad.
Conceptos básicos de una factura de la luz
En primer lugar, debemos diferenciar los dos mercados a los que un consumidor puede estar acogido; el regulado y el libre.
El mercado regulado, también conocido como PVPC (Precio Voluntario al Pequeño Consumidor) dispone de una tarifa que está regulada e indexada al mercado diario OMIE.
Por otro lado, tenemos el mercado libre, donde operan las comercializadoras eléctricas “libres” y que ofrecen tarifas a clientes de cualquier potencia instalada. Es el caso de las industrias, fábricas y demás empresas, que con más de 15 kW contratados solo tienen esta opción para contratar su electricidad.
Otro de los conceptos más importantes es saber que una factura se divide en dos términos, el de potencia y el de electricidad. El primero establece el precio que el usuario debe pagar por la potencia contratada por cada periodo de su tarifa (normalmente 6 en el caso de industrias). Se factura en €/kW día (por lo general) y el precio es establecido por la comercializadora. Se trata de un coste fijo que se paga tanto si hay consumo de electricidad como si no.
Por otro lado, el término de energía establece el precio de cada kWh consumido y se factura en €/kWh. Este precio será diferente para cada comercializadora según sus ofertas y según el contrato firmado con ellas y, en los últimos meses, su peso en el total de la factura eléctrica se ha disparado, representando un mayor coste que el término de potencia.
Detalles de una factura de electricidad
Las facturas de comercializadoras en el mercado libre no siguen un patrón general, pero sí una serie de conceptos que obligatoriamente deben aparecer. Estos son:
- Nombre de la empresa: En este caso, el nombre además ayuda a saber si un cliente está o no en el mercado libre; por ejemplo, Endesa Energía e Iberdrola Clientes no son comercializadoras de mercado regulado.
- CUPS: Son las siglas de Código Unificado de la instalación del Punto de Suministro, un código único que identifica al punto de suministro de energía, eléctrica o de gas.
- Potencia contratada: Para cada periodo de consumo habrá una capacidad que se puede demandar instantánea de la red. A eso se le conoce como potencia contratada. Como hemos visto antes, esta parte de la factura se paga, aunque no haya consumo, y se indica en la factura como €/kW/día, €/kW/mes o €/kW/año, dependiendo del contrato.
- Periodo de facturación: Cada factura eléctrica indica el coste a pagar por la electricidad consumida durante un periodo de tiempo determinado, que suele ser un mes pero que no siempre es así. Estas fechas aparecen en la factura como periodo de facturación, y es importante tenerlo en cuenta al diferenciar entre unas y otras.
- Peaje o tarifa de acceso: Una parte de la factura son los costes regulados por el uso de la red de electricidad, que se le paga a la distribuidora a través de la comercializadora. Su importe aplica tanto a la parte de potencia como a la de energía.
- Energía: La parte más importante de la factura por su peso en el total es el coste de la energía consumida. Esos kWh se multiplican por el precio pactado con la compañía (€/kWh).
La energía eléctrica consumida se paga según el tipo de contrato que se haya firmado con la compañía. En términos generales, se pueden negociar o bien precios fijos durante la vigencia del contrato (que no variarán), o bien indexados. Los indexados son precios que varían cada hora en función de cómo esté el mercado eléctrico. Es decir, en las horas conocidas como pico, donde el consumo es mayor (por ejemplo, a las 9pm en invierno), el precio de la electricidad es más elevado que en horas valle (por ejemplo, a las 2pm en esa misma época).
Tanto si el contrato firmado es con un precio fijo como indexado, una industria que tenga 6 periodos de facturación tendrá 6 precios distintos, uno para cada uno de ellos. Por lo tanto, maximizar el consumo en el periodo más económico (valle) será muy importante para poder ahorrar en la factura eléctrica. Estos 6 precios se podrán ver en la factura, en la línea correspondiente al consumo de energía y su coste total.
- Energía reactiva: Esta energía es una parte de la energía eléctrica que no realiza trabajo útil, pero que se debe suministrar para el funcionamiento de algunos equipos. En el caso de tener maquinaria que consuma la misma y la inyecte a la red, se aplica un coste extra, debido al coste adicional que representa para la compañía eléctrica, al tener que compensarla.
- Impuesto eléctrico: Es el impuesto sobre la electricidad que fija el gobierno y que ha sido hasta hace poco del 5,1127% (actualmente está en 0,5%, aunque hay excepciones). Se aplica a la suma de los términos de potencia y de consumo de la factura.
- Alquiler del contador: Habitualmente, el contador es propiedad de la empresa distribuidora y su uso para las lecturas del consumo real se paga a modo de alquiler, a través de la comercialización. Su importe viene fijado por el Gobierno.
- IVA: El impuesto general, que ha sido del 21% hasta hace un año, ahora se encuentra reducido al 5% hasta finales de 2023, y aplica a todos los conceptos anteriores.
- Otros conceptos: Las comercializadoras pueden añadir costes de libre establecimiento en el contrato, como servicios digitales o de auditorías, por ejemplo.
Adicional a estos conceptos universales, la normativa actual obliga a las compañías eléctricas a incluir la siguiente información:
- Consumo por periodos de facturación. Con gráficos o sin, la comercializadora informa del consumo por periodos de manera obligatoria.
- Peajes y cargos. La normativa obliga a indicar qué importe de la factura está destinado a cubrir los costes regulados destinados a la red de electricidad.
La factura de la luz con autoconsumo
Cuando se tienen placas solares en una cubierta, la factura de electricidad añade algunos conceptos que son los asociados a la compensación simplificada o a la venta de excedentes, según el tipo de contrato firmado y las características de la instalación.
Compensación simplificada
La compensación simplificada de excedentes es un mecanismo regulado por normativa (Real Decreto 244/2019) al que se pueden acoger los puntos de suministro con autoconsumo con potencia instalada igual o inferior a 100 kW. En la siguiente tabla se explica un ejemplo de esta compensación simplificada:
Concepto (MENSUAL) | Descripción | Resultado |
Consumo de 800 kWh (red) | 0,306 €/kWh (precio electricidad) | 800*0,306= 244,8 € |
Producción solar de 600 kWh | De los cuáles se consumen 300 kWh | Vertido a red: 600 – 300 = 300 kWh |
Excedentes | 0,151 €/kWh precio acordado con la comercializadora | 300 * 0,151 = 45,3 € |
Consumo final | Demandado – excedentes | 244,8 € – 45,3 € = 199,5 € |
En caso de no tener instalación fotovoltaica | Demanda = 1.100 kWh | 1.100 kWh * 0,306 = 336,6 € |
Diferencia (Sin fotovoltaica vs con compensación simplificada) = 336,6 € – 199,5 € = 137,1 € -> 41% de ahorro |
Con el ejemplo anterior, podemos ver que en la factura eléctrica la comercializadora añadirá una línea correspondiente a la energía excedentaria de la instalación y su precio acordado en el cliente.
Es importante saber que esta compensación de excedentes tendrá un precio diferente también para cada periodo, siendo el precio mayor en las horas pico y menor en las horas valle. Además, existe siempre un límite de compensación que no permitirá recibir un ahorro mayor que el establecido por normativa.
Venta de excedentes
En el caso de venta de excedentes en el mercado, la empresa recibirá una factura a parte, normalmente a cargo de la comercializadora que actúa en el mercado en su representación para vender la energía de su instalación fotovoltaica para autoconsumo.
Esta factura adicional contendrá todos los datos de la empresa y la instalación, y la parte más importante que corresponde al precio en el mercado de esa energía vertida y vendida. Por lo general, la comercializadora indicará el precio medio mensual en €/MWh, y multiplicará por la cantidad de energía que la instalación ha vertido a la red.
A parte de esta línea, la comercializadora suele cobrar un coste por la representación en el mercado.
Por lo tanto, en estas facturas de venta de excedentes, se especifica la retribución a la empresa con autoconsumo multiplicando el precio del mercado por la energía que se ha vertido.
Por Andrés Muñoz